La escena de hoy pertenece a la película "28 semanas después" del director Juan Carlos Fresnadillo recogiendo el testigo de Danny Boyle, el cual forma parte de equipo de producción de esta segunda parte.
Este trabajo es la secuela de "28 días después", englobadas ambas dentro de una supuesta trilogía en donde se mantiene en el aire la realización de "28 meses después".
La película se podría englobar dentro del género de terror zombie con la variante de la existencia de un virus de la rabia que desata una infección generalizada, volviéndolos rápidos y agresivos. Este género, excesivamente explotado, se expone a un presupuesto escueto, ya que "28 días después" contó con un presupuesto de 5 millones de dólares recaudando alrededor de 83 millones, repitiéndose la hazaña 5 años después con "28 semanas después". Ahí reside la importancia, dentro del género, de estas películas ya que logran crear sensación en el espectador de estar viendo algo nuevo dentro de lo sumamente repetitivo, ya sea debido al trabajo técnico, a la creación de ambientes que conlleven acontecimientos inesperados para el espectador o a una excelente banda sonora que acentúa, aún más, el clima que viven los personajes trasladando sus inquietudes a los partícipes de la historia. Además, del mérito que conlleva realizar un proyecto que nada tiene que envidiar a superproducciones con grandes presupuestos.
En concreto he querido reseñar esta escena, ya que relaciona las tres características que he mencionado anteriormente. Don (Robert Carlyle, actor al que ofreció el papel de comandante en la primera entrega Danny Boyle) se encuentra con su mujer, Alice (Catherine McCormack), en una casa de refugiados anti-infectados con más personas. Existe una conversación en la que Don habla con su mujer diciéndole lo mucho que la quiere y que va a estar con ella pase lo que pase. Al cabo de un rato, un niño pide ayuda y le dejan entrar dando lugar a que los infectados entren en la casa. Después de una persecución por la casa, Don consigue escapar dejando a su mujer y al niño a merced de los infectados.
Mediante planos generales, subjetivos y travelling sumado al reconocible tema principal de la banda sonora nos sumerge en una situación de angustia y estrés.
Este es el único vídeo que he podido encontrar de la escena. Mis disculpas porque el audio y vídeo son una castañica ^-^.
Pues pasamos de una película de casa encantada a otra que va más o menos de lo mismo, sólo que esta vez la casa encantada está flotando en el espacio y el fantasma no es un fantasma, sino una forma de vida xenomórfica a la que le gusta comer personas. Todos conocemos la saga Alien así que esta entrada va a ser muy breve. Digamos que el argumento se pude resumir en que a los protas de la peli se les cuela un bicho en la nave cuando van a investigar el origen de una misteriosa señal. Esta es sin duda una de mis películas de terror favoritas, además de la primera parte de la que considero una de las mejores sagas de la historia. Y es que esta película lo tiene todo a su favor. Para empezar la labor de dirección del señor Scott, que sumada al diseño de la claustrofóbica Nostromo hacen que te metas enseguida dentro de la película. En segundo lugar tenemos a la protagonista, Ellen Ripley, la tipa más dura del espacio, interpretada por la genial Sigourney Weaver. Y finalmente tenemos la figura del propio alien, una de las criaturas más aterradoras que el cine a dado a luz. En fin, que si no habéis visto esta saga ya estáis tardando. Especialmente las dos primeras son obras maestras, cada una en su estilo. Tambien os recomiendo que indaguéis un poco en el universo Alien más allá de las películas, que es mucho más interesante de lo que parece a simple vista.
La primera película de terror del blog no podía ser otra que el clásico de los clásicos de las pelis de casas encantadas. El punto de partida de The haunting (título original) es muy simple: un científico se propone investigar la existencia de fenómenos paranormales alojándose en una mansión en la que han ocurrido terribles sucesos a lo largo de toda su historia. Para ello reúne a un equipo de personas que él considara óptimos para el trabajo, entre las que se encuentra Eleanor, la timida protagonista del film, quien cree poseer ciertas habilidades psíquicas. Más típico imposible ¿no?
Pues sí, lo más fallido de esta película es sin duda el guión, y en todos los sentidos. Primero porque intenta meterse en el juego ese de si la protagonista, interpretada por Julie Harris, esta loca o no, cuando todo resulta bastante obvio. Además no terminas de empatizar con ninguno de los personajes, los cuales están bastante esteriotipados. Concretamente el de Eleanor es bastante repulsivo. Incluso los diálogos son más que olvidables. Pero me he dejado lo mejor (peor) para el final: ese horrible uso de la voz en off. Lo que realmente fastidia la película son los pensamientos en off de la protagonista, los cuales cortan la acción para explicarte lo que esta pasando cuando ya lo estás viendo tú mismo, haciéndote que odies aun más al personaje.
Pero entonces... ¿Por qué ver la película? Pues la principal razón se llama Robert Wise. El genial director, autor de películas como West Side Story, Sonrisas y lágrimas, Ultimatum a la tierra, La maldición de la mujer pantera, y un largo etcétera de grandes clásicos es el responsable de coger este guión nefasto y hacer de el un film brillante. Hay momentos en que la cinta consigue dar bastante miedo, pero no por lo que vemos, sino por la manera en la Wise nos lo muestra. De verdad que merece la pena verla sólo por su uso de los planos.
Para acabar sólo decir que la fotografía, que por otro lado es increíble, recuerda bastante a la de The Innocents, la cual es un par de años anterior.