Si hablamos de cine de tíos duros de verdad en la década de los noventa hablamos de El último Boy Scout. En esta escena Joe Hallenbeck (Bruce Willis) llega a casa un día antes de lo esperado, y nada más hacerlo ya empieza a discutir con su mujer. Cuando entra en el baño se encuentra con que el espejo está empañado, por lo que alguien se acaba de duchar. Sin embargo su mujer tiene el pelo seco y, además, la tapa del váter está levantada. No hay nadie debajo de la cama, por lo que con quien sea que le esté engañando su mujer debe de estar en el armario. Joe resuelve esta situación como sólo un auténtico tío duro haría.
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